Represión franquista en Castrillón

La represión franquista en el concejo de Castrillón

Represión en Castrillón:

El 21 de octubre de 1937 las tropas sublevadas contra el Gobierno Republicano ocupan la comarca avilesina y entran en Castrillón, un concejo con alta militancia de izquierdas. En ese momento se inicia la represión política, una represión organizada y planificada que tiene su origen en las instrucciones reservadas dictadas por el general Mola para el golpe de estado de julio de 1936.

La represión se expresa de distintas maneras y se aplica a diferentes niveles: Una de ellas, quizás las más cruenta, es la llamada represión irregular, basada en el secuestro y asesinato de militantes de izquierdas y seguidores de la República democrática Española.

En Castrillón esta represión es protagonizada por las fuerzas de Orden Público destacadas en Avilés, formadas por Guardia Civil y auxiliadas por Falange de Segunda Línea. Piedras Blancas y Salinas se convierten en centros importantes de detención. El mando de estas fuerzas en el concejo corresponde a un Brigada de la Guardia Civil que con ayuda de la los miembros de la falange local se encargan de aplicar el método dictado por las nuevas autoridades sublevadas.

El método empleado, según las fuentes estudiadas, supone la detención ilegal de una persona, el interrogatorio con tortura y, finalmente, el fusilamiento en lugares apartados. Los distintos casos estudiados con la documentación de los archivos locales, provinciales y estatales corroboran este método. Orden Público compuesto por las brigada de investigación y vigilancia señalan a las personas a detener.

Las detenciones son llevadas a cabo por miembros de la Guardia Civil y por los falangistas, presentándose en el domicilio de la víctima, en el lugar de trabajo o mediante batidas en los montes de la comarca. Las personas detenidas son llevadas a las prisiones preventivas, denominación que los propios sublevados dan a los centros de interrogatorio. La comarca posee varias prisiones, siendo la central el llamado cuartel Pedregal, en Castrillón existen varias en Salinas y en Piedras blancas, también son utilizadas las sedes de Falange y los cuarteles de la Guardia Civil.

La actividad del detenido/da durante la república y la guerra suele determinar el destino que este tendrá en las prisiones.

1. Aquellos que han tenido una actividad destacada serán conducidos al cuartel pedregal, que está en contacto con las autoridades militares encargadas de juzgar a estas personas. El proceso final es un juicio sumarísimo, en castrillón afecta a más de 150 personas. 74 de ellas son condenadas a muerte y fusiladas en el cementerio de Ceares.

2. Los militantes de bases y las personas que colaboran con el frente popular y son detenidas pasan por estas prisiones, donde se les interroga bajo tortura, son numerosos los testimonios de los supervivientes y de las familias de este trato. Si la persona detenida puede presentar un aval puede ser liberada, en el caso de no poseerlo será asesinado.

3. Los asesinatos, se producen de distintas formas, varios informes recuperados de los archivos nos hablan de muertes en los propios interrogatorios y gracias a las testimonios se sabe de fusilamientos en lugares apartados


Las Fosas Comunes:


¿Qué es una fosa común y que representa? :

Dentro de la política represiva llevada a cabo por el régimen franquista -hoy en día las investigaciones ya permiten hablar de genocidio-, las fosas representan el último paso de un proceso cruel, inhumano e ilegal. Las personas que ejercieron los asesinatos no tenían ninguna legitimidad política para proceder a la detención de los asesinados; sus instituciones, creadas al albor del golpe de estado y perfeccionadas a lo largo de la guerra, no respetaron los principios básicos de los derechos humanos. La tortura y el asesinato fueron aplicados sistemáticamente con total impunidad ante una población indefensa. El drama de esta sociedad se hizo mucho más doloroso al negar el derecho de los familiares a recuperar los cuerpos de los asesinados.
Las fosas esconden los delitos cometidos por los sublevados y éstos eran conscientes de su crimen. No se debe olvidar que el terror aplicado a la población tenía como fin último destruir la democracia y salvaguardar su orden establecido.

Son cementerios anónimos que esconden la voz silenciada de miles y miles de españoles que lucharon por los derechos democráticos y sociales de nuestro país.

Moralmente las fosas deben ser identificadas, señaladas, estudiadas y conservadas. Legalmente, nuestra actual ley 52/2007, de 26 de diciembre, más conocida como Ley de Memoria Histórica, exige a las administraciones públicas la creación de un mapa en el que consten todas las fosas así como información complementaria. Este mapa deberá estar a disposición de toda la ciudadanía, siendo las fosas que aparezcan en dicho mapa objeto de especial preservación por sus titulares y por los poderes públicos, que adoptarán medidas orientadas a su adecuada preservación.

Los estudios realizados por los investigadores Rubén Chimeno y Pablo Martínez señalan varios lugares de fusilamiento. Lugares que han sido corroborados por los actuales estudios que se realizan en la Comarca Avilesina.

Según ambos estudios, existirían dos grandes fosas comunes en nuestro concejo: el Pinar de Salinas y La Lloba.


• Fosa del Pinar de Salinas:

El Pinar Salinas fue uno de los primeros lugares utilizados dada su extensión, su localización y las condiciones del terreno. Las primeras víctimas aparecen los días 22 y 23 de octubre en la zona que linda con el IES Salinas: Estas víctimas no son enterradas, por lo que posteriormente son llevadas por la Cruz Roja al cementerio de San Martín de Laspra y al de La Carriona . Varios cadáveres aparecen mutilados, uno de ellos con genitales amputados. El hecho de no ser enterradas responde a la estrategia de terror con el fin de que sean vistas por la población.

Los testimonios de la zona coinciden en señalar el lugar como zona de fusilamiento y aportan datos sobre cadáveres encontrados después de la Guerra, coincidiendo con las obras que realiza Comcasa en la década de los 60.

Dada su extensión es probable que se trate de una fosa utilizada en varias ocasiones. No sólo alberga cadáveres de ciudadanas y ciudadanos de Castrillón, sino de personas procedentes de toda la comarca Avilesina.

Es difícil determinar el lugar exacto de las fosas, los cadáveres que aparecen están situados en las inmediaciones del IES Salinas.

Localización:


• Fosa de la LLoba:

La otra fosa común existente en el concejo es la fosa común de la Lloba. Esta fosa tiene su origen en una trinchera excavada durante el verano de 1937 para frenar un posible ataque sublevado desde el sector de Pravia. A mediados de noviembre de ese mismo año comenzó a ser utilizada como fosa común. Los testimonios recogidos en el pueblo de Santiago del Monte y fuentes de familiares desaparecidos indican la posibilidad de numerosos cadáveres. A partir de estudios cartográficos se está acotando su localización exacta.

En el año 2003 la Asociación de la Memoria Histórica Asturiana promovió la conservación de esta fosa y logró preservarla de las cercanas obras de la autovía: En julio de ese mismo año el periódico La Voz de Asturias publicaba la siguiente noticia

“El Ministerio de Fomento ha decidido ordenar de inmediato la preservación de la fosa común de La Lloba, en Castrillón, en la que se encuentran enterrados al menos un centenar de desaparecidos durante la pasada posguerra española.
Si bien el pasado mes de abril ya se había comprobado que el trazado previsto de la autovía del Cantábrico entre Vegarrozadas y Soto del Barco no cruzaría el enterramiento "por dos metros", Fomento ha decidido ordenar a la empresa adjudicataria de las obras que proceda a señalizar la fosa común y "que no se realice trabajo alguno en la zona"

Localización:


Otras fosas:

En el concejo de Castrillón existen más fosas comunes, aunque de menores dimensiones y mucho más difíciles de localizar. Sin embargo, se espera que los trabajos de los distintos grupos de investigación que actúan en Asturias lleven a su identificación y localización. Se conoce el caso de una fosa en Ventorrillo que correspondería según testimonios orales a dos mujeres, las playas también pudieron ser utilizadas y no hay que descartar que en la zona rural del concejo apareciesen otras fosas.


Víctimas de las Represión franquista:

¿A cuantas personas afecto las represión,? lo primero que se debe aclarar es quienes son las víctima de este fenómeno y por qué lo fueron.

Las víctimas directas de la represión ascenderían a unas 400 personas, hay que observar que se considera víctima a todo aquel que sufrió una represión por parte de la maquinaria jurídico militar y policial. Entran en este segmento las siguientes personas:

• Las personas que desaparecieron a manos de la estructura policial y paramilitar sublevada.
• Las personas arrestadas ilegalmente y que sufrieron tortura y vejaciones que sobrevivieron.
• Las personas que fueron puestos a disposición de la maquinaria jurídico militar que tuvieron un juicio sin garantías legales.
• Las personas que sufrieron internamiento en las cárceles, campos de concentración.
• Las personas multadas por motivos de carácter político.
• Personas depuradas de sus cargos públicos. Funcionarios, maestros, policías etc..


Victimas a consecuencia de la represión:

La represión llevada a cabo por las autoridades sublevadas responde a un plan integro, no solo se pone en práctica la eliminación física del contrario también se impulsa una política de segregación de la población. Las política de exterminio impuesta por las autoridades vencedoras llevaba implícita un sistemas de castigos ejemplarizantes contra la población denominada por el nuevo estado como Roja.

Creación de una Comisión Técnica:

Ante la actual demanda de la sociedad, en atención a la vigente ley de memoria histórica y a la moción aprobada por este ayuntamiento proponemos la creación de una comisión técnica que trabaje en la recuperación de la memoria en el concejo de castrillón. Para que dicha comisión cumpla con el rigor científico y ampare los derechos de la ciudadanía debería ser interdisciplinar estableciendo un plan de actuación que cubra todas las necesidades planteadas por Memoria.


Objetivos de la Comisión:

Fosas Comunes:

1. Identificar y señalizar las fosas:
a. Mediante una prospección con métodos modernos a cargo de profesionales , que nos indiquen el lugar exacto de las mismas y el estado de conservación de los restos.
b. Inclusión de las mismas en el mapa de la Comunidad y en el catastro municipal así como su protección ante actividad antrópica.

2. Asesoramiento legal y técnico ante una posible apertura:
a. Cabe la posibilidad de una apertura de fosas, para ello el ayuntamiento debe estar informado de las actuaciones legales así como del proceso a seguir acorde a las leyes vigentes.
b. La apertura debe cumplir unos requisitos de actuación que aseguren la máxima preservación de los restos para su posterior identificación por lo tanto debe estar supervisada y realizada por arqueólogos y especialistas.
c. Para la identificación y estudiar los restos según la antropología forense.

3. Atención de víctimas y familiares.
a. Proporcionar cobertura legal ante las dudas y las necesidades que puedan presentar este colectivo.
b. Al tratarse un trauma profundo prestar atención psicológica que ayuden a superar el dolor.

4. Restablecimiento de la memoria y dignificación de las víctimas:
a. Eliminación de los símbolos de la dictadura.
b. Dignificación de la memoria de los represaliados, recuperando sus nombres para la historia.
c. Anulación pública de expedientes y condenas.

VÍCTIMAS FUSILADAS Y DESAPARECIDAS

1. Jesús Alfonso Suárez, 30 años. Natural y vecino de Salinas. De profesión cerrajero. Desapareció de su domicilio el 4 de febrero de 1938.

2. Alfonso Arellano Saiz, 34 años. Natural de Gijón y vecino de Salinas. De profesión jornalero. Desapareció de su domicilio el 25 de octubre de 1937.

3. Manuel Álvarez Fernández. Natural y vecino de Castrillón. De profesión labrador. Falleció en Castrillón el 10 de noviembre de 1937.

4. Eduardo Arandia Gastaca, 37 años. Natural de Álava y vecino accidental de Pillarno. Falleció el 1 de febrero de 1938.

5. Jesusa Barrera Martínez, 29 años. Natural y vecina de Bayas. De profesión sus labores. Falleció en Bayas el 10 de diciembre de 1937.

6. Julio Collada Rodríguez, 60 años. Arnao. De profesión obrero. Falleció en Piedras Blancas el 5 de noviembre de 1937.

7. Manuel Castro Menéndez, 28 años. Natural y vecino de Las Bárzanas. De profesión obrero. Desapareció de su domicilio el 21 de diciembre de 1937.

8. Manuel Cuervo González, 41 años. Natural de Peñarrey y vecino de Piedras Blancas. Falleció el 26 de octubre de 1937.

9. Francisco Cueto Díaz, 42 años. Natural de Cartagena y vecino de Salinas. Falleció el 4 de febrero de 1938

10. Ángel Díaz Rodríguez, 32 años. Natural de San Martín de Laspra y vecino de Piedras Blancas. De profesión jornalero. Desapareció de su domicilio el 15 de noviembre 1937.

11. María Díaz Vega, 30 años. Natural de Ranón y vecina de Bayas. Desapareció de su domicilio el día 21 de noviembre de 1937.

12. Marcelino García Cuartas, 36 años. Natural de Mieres y vecino de Piedras Blancas. De profesión zapatero. Falleció en San Esteban de las Cruces el 6 de noviembre de 1937.

13. Julio García Díaz, 42 años. Vecino de San Juan de Nieva. De profesión fundidor. Desapareció de su domicilio el 4 de febrero de 1938.

14. Próspero García Cuartas, 31 años. Vecino de Piedras Blancas. De profesión jornalero. Desapareció a finales de octubre 1938.

15. Serafín González Álvarez, 30 años. Natural de San Martín de Luiña y vecino de Naveces. De profesión jornalero. Falleció el 12 de marzo de 1938.

16. Basilisa González Busto, 67 años. Natural de Pillarno y vecina de Salinas. De profesión sus labores. Falleció el 9 de Mayo de 1938.

17. Enrique González Díaz, 30 años. Natural de Arnao y vecino de Piedras Blancas. De profesión obrero. Desapareció de su domicilio el 21 de diciembre de 1937.

18. Faustino González García, 49 años. Natural de Santa María del Mar y vecino de Vegarrozadas.

19. Antolín González López, 27 años. Albarina (Pillarno). Falleció el 20 de febrero de 1938. Otras fuentes hablan de Valdediós, donde era practicante.

20. Carolina Fernández Cueto, 53 años. Santa María de Mar, vecina de Vegarrozadas.

21. Evaristo Fernández García, 52 años. Vecino de La Plata (San Miguel de Quiloño). Falleció el 4 de febrero de 1938.

22. Ángel García García, 58 años. Natural de San Pedro de Navarro y vecino de Salinas. Falleció el 14 de mayo de 1938.

23. Luis Garrido Díaz, 33 años. Natural de Avilés. De profesión jornalero. Falleció en Salinas el día 28 de noviembre de 1937.

24. Florencio Herrero González, 37 años. Natural de Palencia y vecino de San Martín de Laspra. Desapareció de su domicilio el día 20 de diciembre de 1937.

25. Víctor López Barburo, 32 años. Natural y vecino de San Martín. De profesión jornalero. Desapareció de su domicilio el 23 de octubre de 1937.

26. Celestino Álvarez Fernández, 47 años. Vecino de San Juan de Nieva. Desapareció de su domicilio el día 4 de diciembre de 1938.

27. Aquilino Martínez González, 46 años. Natural de Miranda (Avilés) y vecino de Salinas. Falleció en Salinas el día 31 de octubre de 1937.

28. Fernando Martínez Miranda, 38 años. Natural de Avilés y vecino de Salinas. De profesión obrero. Desapreció de su domicilio el día 20 de diciembre de 1937.

29. Manuel Menéndez García, 31 años. Natural de Naveces y vecino de Arnao. Desapareció de su domicilio el 18 de noviembre de 1937.

30. Julio Menéndez García, 29 años. Vecino de Piedras Blancas. Desapareció de su domicilio el 12 de julio de 1938.

31. Manuel Menéndez González, 43 años. Natural de San Pedro de Navarro y vecino de San Martín de Laspra. De profesión obrero. Desaparecido de su domicilio el día 5 de septiembre de 1939.

32. Benjamín Marino Suárez, 60 años de edad. Vecino de San Martín, desapareció de su domicilio el 22 de octubre de 1938.

33. Ramón Monteguín Alpérez, 39 años. Natural de Carcedo y vecino de Salinas.

34. Ángel Muñiz Fernández, 41 años. Desapareció de su domicilio el 19 de mayo de 1938.

35. Millán Pascual González, 30 años. Vecino de San Juan de Nieva. De profesión empleado. Desapareció de su domicilio el 6 de diciembre de 1937.

36. María Pinto García, 30 años. Natural y vecina de San Miguel. Falleció a finales de octubre de 1937.

37. Valentín Rodríguez Fernández, 49 años. Natural de Cienfuegos (Cuba) y vecino de San Martín. De profesión médico. Falleció el 23 de octubre de 1937 en Salinas, donde fue hallado el cadáver.

38. Ramón Riesgo Gutiérrez, 40 años. Natural de Santiago del Monte y vecino de Pillarno. Desapareció de su domicilio el 25 de octubre de 1937.

39. Enrique Rodríguez González, 29 años. Natural de Oviedo y vecino de Pillarno. De profesión jornalero. Desapareció de su domicilio el 9 de noviembre de 1937.

40. Benito Rodríguez Suárez, 62 años. Vecino de San Martín de Laspra .De profesión labrador. Desapareció de su domicilio el 7 de febrero de 1939.

41. Pedro Serdio Alzola, 30 años. Natural de Peñamellera Baja y vecino de Las Bárzanas. De profesión cantero. Desapareció de su domicilio el día 3 de noviembre de 1937.

42. Ginés Sánchez García, 24 años. Natural de Soria. Falleció el 6 de noviembre de 1937.

43. Constantino Suárez Díaz, 36 años. Natural de San Martín. De profesión jornalero. Falleció en Gozón el 5 de mayo de 1939.

44. Pilar Suárez García, 40 años. Natural de Trasona y vecina de Salinas. Falleció el día 15 de Mayo de 1938.

45. Ángel Suárez González, 32 años. Natural de Salinas. De profesión electricista. Desapareció de su domicilio el día 4 de febrero de 1938.

46. Eladio Torres Pedrido, 69 años. Vecino de Salinas. Concejal Socialista. Desapareció de su domicilio el 9 de mayo de 1938

47. Isidro Suárez Vega, 40 años. Natural de Avilés y vecino de Salinas. De profesión jornalero
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Pablo Martínez Corral Azucena López García
G. I. Batallón Asturias Republicano G. I. Batallón Asturias Republicano
1 Response
  1. Unknown Says:

    Gracias por su trabajo en pro del desarrollo humano de este país. El equilibrio moral y cultural no estará repuesto hasta que no se haga justicia con las victimas del desastre histórico de la guerra civil.
    No conseguiremos jamás, vivir en un país próspero, equilibrado, justo, respetuoso, libre, donde todos los ciudadanos se sientan parte de él, hasta que la memoria histórica sea reflotada al cien por cien.

    Atentamente, Javier Alvarez Fernandez